Hace un par de días, tal vez semanas, leí una frase que me aplanó por su certeza y hasta resultó cruda: las cosas llegan cuando estamos listos para recibirlas.
Por milésimas de segundos me sentí ofendida. Mi lado víctima escuchó 1, 2, 3 ¡acción!, posteriormente mi lado racional concluyó que aquello era cierto. No podía ser de otra forma, porque de otra forma no sabríamos apreciar lo que recibimos, tal vez ni nos percataríamos de ello.
Pero, ¿qué es estar preparados?, ¿nos hacen un examen? ¿alguien nos observa? Creo que estar preparados es haber curados heridas, superado miedos, lograr reconciliaciones con nosotros, con nuestro entorno. Y creo aun que es más que eso, creo que las cosas llegan cuando no las buscamos.
No digo estar en el letargo esperando que tu alrededor te empuje, te arrastre, no.
Digo estar sin presiones, sin ansiedad porque, paradójicamente, cuando se deja de buscar, buscar, buscar, buscar, buscar...fluimos, nos permitimos ser felices, y cuando hacemos eso, mantenemos la mayor parte del tiempo actitudes y pensamientos positivos que nos producen satisfacción y cuando estamos satisfechos, compartimos y agradecemos esa satisfacción, vemos oportunidades en todos lados que aprovechamos para lograr nuestros sueños.
Sé que estoy pegada con el tema, pero me pasa como a Punset, guardando las distancias, a medida que avanzo en edad me doy cuenta de la importancia de las cosas esenciales: lo vital de la inteligencia emocional, de la sanidad emocional para ser personas funcionales y felices.
Les invito a leer su blog http://www.eduardpunset.es/, antes tenía un programa en TVE, Redes, pero pueden ver algunos en youtube.
Y sobre todo, nos invito a que penemos en una famosa frase que dijo El principito: "Lo esencial es invisible a los ojos".
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